“Yo lo pido sobre tablas”, dijo la diputada Victoria Donda a la mesa del interbloque de paridad donde se discutía qué hacer, ante una nueva dilación al tratamiento en el recinto del proyecto que ya tenía media sanción del Senado para que se obligue a una representación del 50% en las listas de legisladores nacionales.

En efecto, en la reunión de labor parlamentaria que antes de cada sesión se realiza en el despacho del presidente de la Cámara de Diputados, ninguno de los presidentes de bloque -todos hombres- pidió la inclusión de la llamada “ley de paridad de género” en el temario que iba a discutirse ayer, y otra vez, el proyecto que tenía el respaldo de diputadas de todos los bloques fue dejado de lado.

De hecho, con una audaz maniobra, las legisladoras habían logrado la aprobación del proyecto en la Comisión de Legislación General, que preside Pablo Tonelli. El impulso fue de la presidenta de la Comisión de Mujer y Familia, la radical Alejandra Martínez, pero a pesar de que tuvieron el compromiso del oficialismo de llevarlo al recinto, se fue dilatando una y otra vez, sin ninguna explicación.

Para la sesión de ayer se había incluido un larguísimo listado, desde la ley de Defensa de la Competencia al “Compre argentino”, pasando por un nuevo régimen de subrogancias al desarrollo de la Marina Mercante y la integración fluvial regional, junto con el registro de violadores y la ley de financiamiento productivo. Pero de paridad de género, nada.

Es que hace dos semanas, en la anterior sesión, la jujeña Martínez -cansada de pedir al interbloque Cambiemos que incluya la paridad para su tratamiento-, se puso a juntar firmas y en un rato obtuvo 130 diputados, los suficientes para llamar a una sesión especial y sacar la ley.

Así fue que, mientras Donda y  Graciela Camaño reclamaban apartarse de lo acordado en labor parlamentaria y votar la paridad de género, las diputadas oficialistas movilizaban a las bancas para que votasen el pedido de las diputadas opositoras.

De este modo, con una votación fenomenal de 165 a favor y 4 en contra, la ley de paridad de género tuvo sanción a las 2 de esta madrugada, sin que hubiera discursos resaltando los valores de incluir el artículo 60 bis en el Código Nacional Electoral, que fija la obligatoriedad de intercalar candidatos de ambos sexos en las listas nacionales.

La sorpresa fue constatar que entre los cuatro votos en contra está el del presidente del bloque PRO, Nicolás Massot, quien se opuso con mayor tenacidad a votar esta ley y, cuando ya nada pudo hacer, dejó en libertad de conciencia al bloque. Solo el diputadoPablo Torello (Buenos Aires-PRO) lo siguió. El resto de la bancada acompañó el proyecto de paridad.

El presidente del interbloque Cambiemos, el radical Mario Negri, a pesar de que se había opuesto en el recinto a su tratamiento, acompañó, como todos los radicales, menos uno, el diputado santacruceño Hector Roquel. Pablo López, del FIT, fue el cuarto voto negativo.

Infobae consultó a Massot y a Torello para que den sus argumentos y solo respondió el último. Explicó lo siguiente: “voté en contra de la ley porque lejos de promover la participación de la mujer en política, creo que le pone un techo, ya que la proyección indica que en el corto plazo podrían superar el 50%”. También dijo que “creo que esta no es una demanda de la sociedad, sino de la clase política, aunque frente al consenso de la iniciativa propuse a mis compañeras del interbloque que la ley tenga un plazo de 10 años, lo que no fue escuchado”.
“Tuvimos que parir la paridad”, comentó Cornelia Schmidt Liermann. “No fue un parto natal, como me hubiera gustado, sino que necesitamos medida de urgencia para salvarla y que vea la luz. Ahora debemos comprometernos a que crezca fuerte y sana, con valores y virtudes”, explicó.

Las diputadas de Cambiemos y las funcionarias del Gobierno nacional festejaban anoche vía whatsapp el logro alcanzado. Es que se quejan habitualmente del machismo de los funcionarios nacionales, arrancando por el propio Presidente. Una, incluso, comentó: “Veremos qué hace ahora Capitán Veto”. “Tranqui, no se va a animar”, la consoló otra, que igual comparte el temor de que Mauricio Macri no reglamente la ley.

http://bit.ly/2BtNGjG