“Con gran preocupación hemos tomado conocimiento de las declaraciones de funcionarios del Gobierno nacional acusando públicamente a la petrolera anglo-holandesa de intentar desestabilizar la cotización de la divisa estadounidense al llevar adelante una maniobra de compra de la moneda por arriba de ocho pesos, cuando la cotización era menor”, suscriben los diputados nacionales del PRO Patricia Bullrich, Federico Sturzenegger, Héctor Baldassi y Cornelia Schmidt-Liermann, quienes presentaron una especie de proyecto para solidarizarse con el titular de la petrolera Shell, Jorge Aranguren, quien fuera señalado por funcionarios del gobierno nacional por haber operado el jueves pasado para que el precio del dólar se disparara.

No vamos a caer en un abuso de la inocencia al creer que estos diputados desconocen las maniobras que las grandes empresas multinacionales aplicaron y aplican en países como el nuestro. Pero no, para nada, las conocen de primera mano. De hecho son algunos de ellos quienes muchas veces les han facilitado ese proceder y han tapado ese accionar obviamente desestabilizador con mentirosas diatribas sobre la libertad de expresión, -que evidentemente profesan-, y “el agravio, la persecución ideológica” de la que es sujeto, según estos legisladores macristas, Aranguren.

El texto de este proyecto de Resolución, que deberá esperar a que termine el receso en el que el Congreso se encuentra para ser tratado, sostiene una defensa irrestricta a la causa infame de quien representa los intereses económicos, siempre económicos, de la multinacional Shell.

Fidel Castro, un señor que de esto sabe bastante, dijo que “El neoliberalismo no es una teoría de desarrollo, el neoliberalismo es la teoría del saqueo total de nuestros pueblos”, pero si son gustosos citemos a San Martín, ya que de seguro no será censurada su opinión como suele pasar con la del genial luchador cubano. Don José dijo y sostuvo a sable y sangre que: “A aquellos argentinos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar su patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempos de la dominación española; esa felonía, ni el sepulcro la puede hacer desaparecer”.

Y es por plata, y poder y el poder que da la plata, que compra todo, menos las cosas importantes. Y si alguien atina a llamar esto ideología, los remito a las líneas de Fidel: el neoliberalismo, esa máquina come pobres a la que nos han subyugado durante años, no es ideología, es especulación, es saqueo, es sembrar ignorancia para cosechar dóciles, es plantar árboles de miseria, para obtener sus frutos desgarradores y devorarlos con premura en la cima del monte Cipayo.

Entonces, defender al hombre que motorizó el aumento del dólar al comprar millones pagándolo a los bancos más que el precio oficial, en el momento que el gobierno trataba de controlar su precio, en momento en que el gobierno despliega medidas como el cuidado de los precios de los alimentos que van a tu mesa, como dijo Don José, ni la tumba podrá hacer desaparecer la ignominia de este puñado de terroristas que atentan contra la patria.

 

 

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