Saliendo de Mar del Plata, de regreso a Buenos Aires, tuvimos que reparar un neumático, misión nada fácil para un sábado a la tarde.

Por suerte estaba Carlitos para ayudarnos. Nuestro salvador aprendió de reparaciones y mientras sigue estudiando en la escuela nocturna. Sueña con abrir su propia gomería.

Un ejemplo de superación.