A fines de mayo, sus referentes habían sido distinguidos en la legislatura de Córdoba por su compromiso con la paz en la tribuna.

Waldemar Iglesias

wiglesias@clarin.com

Disertantes. Torres, Cáceres y Pacheco, ayer en el Congreso. /MARIO QUIINTEROS

El fútbol argentino es una sucesión de contradicciones a cada paso.

Incluso las búsquedas con buenas intenciones terminan cayendo en un territorio incómodo. Ayer, en el Anexo del Congreso, una barra brava fue recibida por primera vez en la historia del Congreso. Y dentro del contexto de la voluntad de erradicar la violencia en el fútbol, ellos pudieron ofrecer su voz. Con un detalle que invita a la sorpresa: fueron los dueños del final del discurso.

“Nosotros no queremos violen- cia en el fútbol”, fue el mensaje de cada uno de los representantes de La Fiel, la barra de Talleres de Córdoba. No es la primera vez que este grupo de hinchas accede a tal espacio de poder. En días recientes del mes pasado, la Legislatura de Córdoba distinguió a la barra por “su compromiso para erradicar la violencia en el fútbol”.

En el evento participaron diri- gentes, futbolistas actuales y au- toridades provinciales. Acontece que La Fiel ya no es sólo una barra; también armaron una fundación cuyo objetivo -dicen- tiene una búsqueda social.

Se trata, sobre todo, de un caso extraño: uno de los principales re- ferentes de este grupo -el vicepresidente Carlos Pacheco- fue deportado de Sudáfrica en ocasión del último Mundial. A consecuencia de aquella decisión, se interpuso una demanda multimillonaria ante el país organizador de la última Copa del Mundo. Aún está en trámite el litigio. En el mismo contexto del Mundial resultó deportado otro integrante de La Fiel. Se trata de Sergio Busso (alias Tomatón), quien hoy se encuentra preso, acusado de un homicido en el marco de una pelea barrial.

Pero no sólo eso. Cuentan desde Córdoba quienes conocen en deta- lle la interna de la barra que para sacar a Las Violetas -el grupo que antes dominaba la tribuna- hubo violencia, golpes, tiros. Es decir: los ahora patrocinadores de la paz llegaron al centro de la popular por la fuerza. Se lo dijo Andrés Torres, vocero de La Fiel, a Clarín: “Nosotros nos movemos en un terreno muy difícil. Sabemos de qué se trata. Y asumimos esta situación. Sabemos de dónde venimos, pero no queremos violencia en la tribuna”.

Y se hacen cargo de una certeza: “Si algo pasa en la tribuna, saben dónde buscarnos. Damos la cara”.

Ya de noche, en el Congreso, luego de que expusieran distintos integrantes del PRO (la diputada nacional Cornelia Schmidt-Liermann fue la impulsora), algún dirigente y hasta un especialista alemán en violencia en el fútbol, tomaron la palabra los integrantes de la barra de Talleres. También, un rato después, dialogaron con este diario: “Parece difícil que nos entiendan o que nos crean. Pero nosotros no queremos pelearnos con nadie. Cumplimos un rol social. Queremos que la familia esté en la cancha. Eso estamos buscando en Talleres. Y ojalá pase en todos lados…” El tiempo dirá.

Disertantes. Torres, Cáceres y Pacheco, ayer en el Congreso. /MARIO QUIINTEROS