“Si hiciéramos un minuto de silencio por cada uno de los muertos en el Holocausto, estaríamos en silencio 11 años y medio”.

Recordando el Holocausto, se renueva el valor de no olvidar: Y de ser más fraternos, no discriminar y honrar la vida. En conmemoración, participé ayer de una charla que la Konrad Adenauer Stiftung Argentina realizó en el Campus Pilar Universidad Austral. Escuchamos el testimonio de Sofía Fernández sobre sus vivencias en el contexto del Holocausto en Bélgica. Quiero agradecer a Micheline Wolanowski por compartir su historia en Congreso de la Nación el pasado 3 de mayo.

Juntos nos preguntamos como fue posible que una civilizada Alemania se convirtiera en un Estado totalitario e inhumano. A través de su anécdotas aprendimos que también por colaboración desinteresada de otras personas, lo bueno del ser humano se hace presente. Y perdura.