Durante la visita de la diputada nacional Cornelia Schmidt-Liermann (Cambiemos) a la provincia del Chubut, donde recorrió varias ciudades, entre ellas Puerto Madryn, el Diario tuvo acceso a un anteproyecto presentado por la legisladora, que prevé la creación de un “Santuario Marino” en el país, con el objetivo de preservar las especies autóctonas de mamíferos marinos y a raíz de distintos factores que amenazan su prevalencia, como por ejemplo la contaminación humana, el aumento del tráfico naviero y “la competencia por los recursos pesqueros del mar”, entre otros.
El santuario “es creado para preservar un área definida con presencia de mamíferos marinos, por su diversidad e importancia para su actividad reproductiva, alimentaria, ruta migratoria y necesidad de conservación”, manifiesta el documento, añadiendo que “en estas áreas se acuerda asegurar exclusivamente la protección y conservación de los mamíferos marinos; un Santuario declara las aguas del mar territorial y Zona Económica Exclusiva de un país, como área protegida para mamíferos marinos, donde la cacería de estos con cualquier fin queda expresamente prohibida, constituyendo el territorio en un espacio para la conservación de delfines, ballenas, marsopas, cachalotes, zifios, toninas, lobos marinos y focas”.
Además, agrega que “son lugares donde las cualidades ambientales resultan necesarias para que los mamíferos marinos puedan realizar sus funciones biológicas de reproducción, crianza, alimentación y migración, y donde se realizan investigaciones científicas no letales y se refuerza la importancia de los mamíferos marinos para la conservación marina, y como patrimonio cultural de los pueblos”.

Contaminación y aumento de tráfico naviero

El proyecto presentado por Schmidt-Liermann se fundamenta en que “en la República Argentina habita una importante diversidad de mamíferos marinos, siendo el área que presenta la mayor cantidad de especies endémicas de mamíferos marinos de todo el planeta” y que “este hecho no sólo convierte a nuestro país y su territorio marítimo en un lugar privilegiado por poseer este patrimonio natural, sino que también lo hace responsable de velar por su conservación; las especies de mamíferos marinos que habitan las aguas argentinas comprenden desde grandes ballenas, cachalotes, delfines, marsopas, toninas y zifios, hasta lobos marinos y focas”.
Además, argumenta que “los mamíferos marinos enfrentan, actualmente, problemas de gran magnitud y que son comunes a todos, siendo la principal amenaza la captura incidental en operaciones pesqueras artesanales e industriales”, a la vez que “también, los investigadores han identificado otras problemáticas tales como la competencia por los recursos pesqueros del mar, la contaminación en algunas áreas puntuales, el cambio climático, el descenso en los niveles poblacionales de algunas especies, el retroceso o la pérdida de hábitats críticos, el enmallamiento accidental en artes de pesca y en basura marina, la ingesta de materiales plásticos y las colisiones con embarcaciones, que pueden transformarse en una amenaza potencial futura, principalmente en el caso de los cetáceos, teniendo en cuenta el aumento del tráfico naviero.
Consecuentemente, el documento indica la necesidad de “implementar un marco de referencia para la concreción de un Plan de Acción que establezca las prioridades de conservación, considerando la realidad actual del Mar Argentino” y agrega que “dicho plan deberá impulsar la interacción entre las diferentes autoridades de aplicación y propiciar el diálogo entre las provincias y la Nación, con la finalidad de unificar criterios en cuanto al manejo de este recurso; ello asegurará la protección de las diversas especies de mamíferos marinos, tanto cuando las mismas se encuentran en áreas protegidas de diferente jurisdicción, como en aquellos momentos que parte de su ciclo vital se desarrolla en áreas que no están formalmente protegidas”.
Buscan proteger “espacios clave” de las especies
En su artículo primero, la iniciativa prevé declarar “las aguas interiores, el mar territorial, la Zona Económica Exclusiva de la República Argentina y las áreas adyacentes a esta última, sobre las cuales exista jurisdicción nacional, de acuerdo con las leyes y tratados internacionales, como ‘Zona de Protección Integral’ de mamíferos marinos, libre de caza y capturas dirigidas a mamíferos marinos con cualquier finalidad, que atente contra el bienestar de los animales o la persistencia de sus poblaciones, denominándola ‘Santuario de Mamíferos Marinos de la República Argentina’”.
En otro orden, con el objetivo de promover la protección y el uso no letal “ni extractivo” de mamíferos marinos, dicho Santuario buscará “propender a la protección y conservación de las poblaciones de mamíferos marinos, así como del ambiente necesario para su persistencia”, “proteger los espacios clave para el desarrollo de su ciclo de vida, enfatizando las áreas de cría, apareamiento, alimentación y rutas migratorias” y “promover estudios científicos basados exclusivamente en técnicas no letales, que contribuyan a aumentar el conocimiento y la conservación de los mamíferos marinos a largo plazo”.

Avistajes más seguros

A su vez, la Autoridad de Aplicación deberá llevar a cabo las acciones necesarias para concretar dichos objetivos, además de “promover acciones para reducir la captura incidental de mamíferos marinos en operaciones pesqueras, reducir el riesgo de colisiones por tráfico naviero, especialmente en áreas portuarias y zonas aledañas, y procurar que las actividades que involucren la observación de mamíferos marinos se realicen de manera responsable y sustentable, asegurando las condiciones para minimizar todo posible impacto sobre los animales observados y manteniendo los marcos regulatorios actualizados”.
Las disposiciones del anteproyecto, en caso de convertirse en Ley, “regirán en los lugares sujetos a la jurisdicción exclusiva de la Nación y en las provincias que se adhieran al régimen de la misma y celebren los convenios necesarios con la autoridad competente”, a la vez que la denominada “Autoridad de Aplicación” competente será designada por el Ejecutivo Nacional, el cual una vez aprobada, deberá reglamentar dicha Ley durante el plazo de noventa días consecutivos.

Como en el resto del mundo

Según lo expresado por la diputada Schmidt-Liermann, el proyecto de Ley “va en línea y fortalece las decisiones de los países de la región que ya han aprobado legislación sobre el tema” y “las razones expuestas denotan la necesidad de que la República Argentina, siguiendo su tradicional política de defensa y conservación, apruebe el presente Proyecto de Ley para adaptar la legislación vigente a los requisitos y compromisos que el país ha asumido en foros regionales e internacionales”.
Dicha iniciativa “va en consonancia con la creación de áreas marinas protegidas, costeras y pelágicas, y con la política de conservación de mamíferos marinos que la República Argentina ha mantenido a lo largo de los años, tanto en foros internacionales como en la política nacional”, sostuvo, en esto último haciendo referencia a la Ley 27.037 del “Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas”.
Sobre este punto, la legisladora precisó que “Argentina es signataria de convenios internacionales que reconocen el interés común de las Naciones en la conservación de los recursos naturales y, en particular, de especies clave de mamíferos marinos, cuyo estado de conservación se encuentre comprometido”, y entre ellos, señaló a “la Comisión Ballenera Internacional (CBI), la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) de 1995, el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CRVMA), el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD), la Convención de Especies Migratorias (CMS) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN)”.

El “santuario”, también en el Atlántico Sur

Por otro lado, el anteproyecto recuerda que nuestro país, “en forma conjunta con Brasil, Uruguay, Sudáfrica y Gabón, es co-patrocinante de una propuesta para establecer un Santuario de Ballenas en el Océano Atlántico Sur”, propuesta que fuera presentada por primera vez ante la Comisión Ballenera Internacional, con el objetivo de brindar “protección permanente a las poblaciones de ballenas que son utilizadas de manera no letal para la ciencia y el turismo de observación”, a la vez que la misma se encuentra “en conformidad con el Artículo V de la Convención, que prohíbe la caza comercial de ballenas, sea por operaciones pelágicas o por estaciones terrestres, en la región designada como el Santuario de Ballenas del Atlántico Sur”.
Uruguay, por ejemplo, “estableció en todas sus aguas jurisdiccionales, el Santuario de Ballenas y Delfines”, a la vez que “la República Federativa de Brasil, Costa Rica y Sudáfrica también aprobaron legislaciones homónimas declarando la creación de zonas libres de caza de cetáceos y más recientemente, en 2014, Gabón se ha unido a este grupo”, sostiene el texto argumentativo de la iniciativa, que buscará lograr su media sanción para encaminarse a convertirse en Ley.

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