Sumamente emotivo para mí poder inaugurar esta muestra fotográfica sobre el rol de las mujeres en la guerra de Malvinas. He descubierto historias increíbles, de ternura, esperanza, reencuentros y aquellas que, incluso, se vinculan con nuestro presente.
Una de ellas, la historia de María Cristina, que perdió a su esposo en la guerra, y cuenta que antes de partir a las islas, él le pidió: «Si no vuelvo de Malvinas quiero que traigas mi cuerpo y me entierres junto a Gustavito (su hijito fallecido a los 2 años de cáncer).»
Recién en diciembre del año pasado se cumplió con su voluntad.