Debo reconocer que paradójicamente, cuando era más joven, no terminaba de entender algunas de sus obras, que consideraba meras excentricidades. A medida que me iba compenetrando con la importancia de la libertad y la necesidad de poder expresar lo que uno siente, descubrí la intelectualidad de sus obras, en el obelisco de pan dulce, de la Torre de Babel de libros . En el mito Babel, que es el origen del libro no hay textos sino idiomas en estado puro. Me obligó a reflexionar , por lo que le agradezco.
Siendo una mujer del arte y sensibilidad extrema, que pareciera que la ubica en otro espacio y nos invita a ver el mundo desde otra perspectiva, ha logrado tocar tierra firme en temas trascendentales.
Así por ejemplo quisiera destacar los siguientes dichos de Marta que considero ejemplificadores (entrevista de la Nación):
“Con la droga perdés el tiempo brutalmente”
“Para ganarme la libertad y tener acceso a todo en Nueva York, empecé con el alcohol. Para ganarme la libertad ahora, tengo que dejarlo”.
Y su frase sobre la relación entre sus dos amores: Amor y arte son muy parecidos. Mantengo el arte igual que mantengo el amor.
Borges sugirió muchas veces que sólo se puede pensar, imaginar e inventar desde los márgenes, de lo que Marta Minujin es modelo.
Ambos, Borges y Marta, no se han dormido en sus obras, siempre han buscado superarse.
Gracias Marta, por apostar a un porvenir y no rehuir a los desafíos!