Cultivo una rosa blanca para Gerardo Ingaramo y para mi querida Ale Carera.

Cultivo una rosa blanca para GLI:

Se cumple un año del fallecimiento del que fuera un ejemplar legislador de la Ciudad de Buenos Aires: Gerardo Luis Ingaramo.

Su sonrisa aniñada, sus corbatas y pañuelos tan personales, su mirada transparente, en ocasiones pícara,  enmarcaban  una conducta segura e invitaban a dialogar.. y a “perdonarle” esas llegadas tardes, que llegaron a ser geniales.

El cumplimiento de las leyes y el respeto férreo  de la Constitución  fue su patrón, la modernización de la justicia;  su descentralización, su oralidad  y la posibilidad de recurrir a soluciones alternativas de conflictos; como de herramientas tecnológicas para prevenir y combatir el delito,  eran sus acciones.

Mejorar la calidad de vida de los ciudadanos fue su preocupación, por ello defendió con ahínco y los derechos de los consumidores y usuarios e intentó que dichos reclamos fueran oídos y atendidos

Con una visión sustentable, le preocupaba lo que pasaría con los recursos y el hábitat que dejaríamos  a nuestras generaciones futuras… Sabía que se necesitaba  una estrategia política para evitar los impactos del cambio climático.  Así desarrolló el concepto “terrazas verdes”  para  CABA.

Aunque “sin lugar a dudas”  su característica fundamental fué que privilegió siempre la unidad sobre la fragmentación:  Gerardo logró romper con esta propensión a la intolerancia recíproca que  uno puede ver a diario en la política.

Le inquietaba  que  el Bicentenario nos encuentre distanciados,  procuró trabajar sobre consensos en temas comunes, estoy segura que le hubiese encantado seguir trabajando para la reconstrucción del país.

Nos unía además,  la pasión por  recordar a nuestros “hacedores de la patria” y soñábamos con  rescatar la realidad de la historia argentina,  aquella que ubicó a nuestro país entre las 5 primeras potencias mundiales,  para que nuestros jóvenes se logren inspirar en ellos.

Por ello no encontrábamos explicación, porque por ejemplo,  se había ignorado el bicentenario del nacimiento de Alberdi ( 1810 ) , siendo que  él  y su Constitución de 1853 produjo una Argentina revolucionaria, una Nación que reconocía  libertades  individuales, ( protegidas por  capítulo 14,)  que permitía a las personas  ser libres a partir de ser dueños del  fruto del trabajo y de la propia vida. La patria es la libertad, es el orden, la riqueza de la civilización; decía Alberdi.

Estoy convencida que  Gerardo ha dejado su legado… su visión de encontrar en la  búsqueda de consensos que superen los propios valores relativos mediante la integración con otras voces que no son las mismas, la opción para gobernar en pos del ciudadano y en la  defensa de los derechos individuales.

Consenso y Reconciliación Requisito imprescindible para la transición a la libertad: por ello cultivo hoy una rosa blanca para Gerardo