La semana pasada, Martín Piñeiro del Comité de Asuntos Agrarios del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI); Carlos María Vaquer, Director de Acción Política de la Sociedad Rural Argentina; Leonardo Sarquís, presidente de Confiagro;  Juan Cruz López Barrios, coordinador de Economías Regionales de la Fundación Pensar; Agustín Gancedo, Secretario General de la Mesa Nacional de Jóvenes de ConInAgro; Patricio Dellagiovanna Gaíta, Tesorero del Ateneo de la Sociedad Rural Argentina; Lautaro Lombardo, representante de Franja Morada-Jujuy y Lucía Bautista, de la ONG Barbechando, fueron convocados para reunirse en el Congreso de la Nación para formar parte de un panel que trató la temática: “Granos: camino hacia una agricultura sustentable. Situación actual, perspectivas y necesidades del sector”.

Sustentabilidad implica pensar en términos que contemplen la equidad entre generaciones, y la equidad entre miembros de una misma generación. Debemos incorporar el sentido de la ética en la explotación y producción agroindustrial. Argentina debe, además de alimentar a su propia población, asumir la responsabilidad internacional de producir alimentos para el mundo. Y en lo posible darle valor agregado. Soy una convencida que el motor agroindustrial es el que puede sacar a nuestro país adelante y dar bienestar.

Todos coincidimos en los siguientes puntos:

El desarrollo sustentable implica la interacción de cuatro variables: la ambiental, social, cultural y económica, sin olvidar los principios de igualdad y equidad que debe regirlo.

1) Cuidado del recurso del suelo

2) Rotación adecuada de cultivos –cereales/ oleaginosas

3) Manejo adecuado de los recursos hídricos.

En este sentido, reclamamos la aprobación del proyecto de media sanción de la Ley de protección Humedales, alertando sobre el deterioro del humedal más importante del país, el del Delta del Paraná, comprometiendo al ecosistema y la salud de nuestros hijos y nietos.

4) Ordenamiento territorial de cultivos en forma agro climatológica y geopolítica.

5) La Integración regional del sector agroindustrial para la negociación en bloque de países es clave para el futuro de nuestros mercados – MERCOSUR, Alianza del Pacífico,

Comunidad Andina y UNASUR, serán los lugares donde tendremos que estar en el mediano plazo, por lo que se necesitan negociaciones y presencia de Argentina ya.

Gran parte del encuentro luego se centró en volver a destacar la situación problemática que enfrenta el sector tan castigado:

La excesiva presión impositiva está teniendo efectos regresivos y distorsivos en la economía agropecuaria. Es imprescindible una reforma tributaria general con tendencias progresivas: Más de 95 mil productores agropecuarios dejaron la actividad, desde 2002 (un tercio del total) ya que:

. De cada 100 pesos que le pagan un productor por el maíz, 95 se los queda el Estado.

· Desapareció un tambo por día, desde 2003.

· Se recortará la siembra de todos los cultivos por cuarto año consecutivo.

. La Argentina sembraba más trigo en 1910 que en 2015.

Todas las economías regionales están en crisis, atravesando una terrible pérdida de competitividad, con ingresos que no llegan a cubrir los costos. Las bajas en los precios de los commodities afecta a los productores locales. Es necesario tomar medidas para el fomento y protección del pequeño-mediano productor, por medio de la creación de un Seguro Verde y de Reaseguro para la producción agrícola.

La falta de inversión es infraestructura vial y energética eleva los costos de producción en las regiones más alejadas de los puertos. Es primordial reducir los costos de producción para las Economías Regionales.

La concientización en escuelas primarias y secundarias sobre la importancia de la agricultura para la Argentina será una tarea en la cual tendrá que involucrarse la sociedad en su conjunto.

La innovación tecnológica y la implementación de buenas prácticas agrícolas para el uso sustentable de los recursos fitosanitarios, será un compromiso que deberán asumir todas las generaciones para su posteridad. Asimismo la correcta información a los consumidores y desterrar prejuicios infundados sobre biotecnología, agroquímicos, es otro desafío que el sector y la política deben encarar.

Por otra parte, las economías regionales están atravesando una situación catastrófica generada por las malas políticas populistas de un gobierno que no piensa en la gente ni en el futuro de los jóvenes. El panel contó también con la presencia de productores trigueros del sudoeste de la Provincia de Buenos Aires y de Jujuy quienes contaron a los presentes las peripecias que deben atravesar para sembrar trigo que luego el gobierno no les deja vender, produciendo un verdadero éxodo.

Directivos de la Sociedad Rural Argentina y representantes de ConInAgro coincidieron en que levantar las retenciones y eliminar los ROE’s no será la panacea sino que es un primera paso de muchos que se deben dar para comenzar un proceso de reactivación de sector agroindustrial.

Será la tarea de todos los partidos que están en el Congreso comenzar a escuchar a los productores que son los únicos que saben a ciencia cierta lo que necesitan para su sector.

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