Hay límites que no se deben pasar, en especial en temas sensibles como la trata de personas y la discriminación.
Por ello presenté declaración de repudio contra los dichos del filósofo K sobre María Eugenia Vidal.
Expresé mi más enérgico repudio a las declaraciones del filósofo José Pablo Feinmann realizadas en Radio América sobre la gobernadora electa de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, por considerarlas de misóginas, agraviantes y que involucran también un delito aberrante como es la trata de personas por el cual miles de mujeres siguen desapareciendo y muriendo en nuestro país.
Referir, como hizo Feinmann, a la trata de blancas con el propósito de descalificar la capacidad de una mujer por su belleza no fue sino, lisa y llanamente, cosificar a la mujer, pues las mujeres no son ni blancas, ni negras ni de color, son personas. Pretender hacer una humorada aludiendo a una problemática tan compleja y grave como la trata de personas con fines de explotación sexual, es desmerecer la importancia que reviste.
Que una persona pública, como lo es el filósofo y escritor Juan Pablo Feinmann, haya efectuado este tipo de declaraciones ignorando que hace cinco meses toda la sociedad levantó en alto su brazo contra la violencia machista, no puede ser pasado por alto.
Recientemente, durante una entrevista en el programa radial “Detrás de lo que vemos” que se transmite por Radio América (AM 1190), el filósofo y escritor Juan Pablo Feinmann expresó en referencia a la recientemente gobernadora electa de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal: “Soy un tipo de mucho humor, porque si no, no podes tolerar que esta chica tan rica, tan linda, haya ganado la provincia de Buenos Aires. No sabe lo que le va a pasar ahí porque allí la belleza es pecaminosa”. Y agregó, “Puede gobernar brillantemente la provincia de Buenos Aires, o puede ser víctima de ese trabajo y terminar en una trata de blancas…”.