Él es Jerónimo Batista Bucher, un joven brillante al que reconocimos en el Congreso de la Nación por su aporte a la ciencia y a la tecnología.

Antes de terminar el secundario, Jerónimo había creado el prototipo de un vaso ecológico a base de algas. Con este invento, apunta a dejar su huella en la historia, y eliminar las toneladas de residuos que se producen todos los años en el país.

Después de representarnos en la Cumbre Mundial de Jóvenes del G-20 y exponer ante Ángela Merkel, está trabajando para perfeccionar la máquina de producción para su creación ecológica.

¡Saber que hay jóvenes como Jerónimo que investigan, que siguen adelante y tienen fe en nuestro país, nos llena de esperanza!