El reclamo al Gobierno esta vez no partió desde la oposición. La diputada nacional de Cambiemos y presidenta de la comisión de Relaciones Exteriores y Culto Cornelia Schmidt-Liermann fue una de las oradoras centrales en la jornada “Pollera Pantalón” organizada por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP) como patrocinante del G20: “Tenemos 48% de mujeres que estudian en Finanzas y Economía, pero si miramos en el Ministerio de Hacienda, en Finanzas o en el Banco Central todavía no está reflejado”, reclamó la legisladora ante un auditorio conformado en su gran mayoría por mujeres empresarias. De todos modos se mostró optimista: “Tengo la esperanza, escuchando a nuestro Presidente, de que eso va a cambiar”.

Al cerrar su discurso se ganó un gran aplauso: “Espero que alguna vez haya muchas mujeres participando de la comisión directiva del ‘impenetrable’ que es la AFA”, desafió al organismo.

Después de las palabras de apertura de Adrián Werthein, presidente del CICyP, y de la diputada Fabiana Ricagno, al frente de la Comisión de Comunicaciones, dio paso a la mesa de empresarias.

María Cherñajovsky, creadora de Cher, celebró el aporte facilitador de las nuevas tecnologías; Gabriela Terminielli, Co Chair de Women Corporate Directors, citó estadísticas según las cuales “van a pasar 217 años antes de achicar la brecha” entre hombres y mujeres; Maricel Lungarzo, directora del Banco Comafi, recordó que le preguntaron si soportaría un trabajo ocupado por hombres a lo que respondió afirmativamente, aunque “no entendía por qué me preguntaban”. Después entendió: “El hecho de ser mujer nos hacía trabajar el doble, nos corría la vara mucho más seguido que a los hombres”. Y admitió que en su rubro “somos muchas más mujeres en la base, 54%, pero en la alta gerencia y dirección solo el 23%”.

Cerró esa mesa María Giraudo, productora agropecuaria, que destacó que “un tercio de la población del mundo son mujeres rurales, tienen la responsabilidad de producir el 50% de los alimentos pero no llegan al 10% de acceso al financiamiento y sólo el 5% tiene acceso a asistencia técnica”.

Después les tocó el turno a los funcionarios. Paradoja: excepto por la moderadora, Graciela Adan, co fundadora y presidenta de Fundación Global que trabaja en la equidad de género para el G20, en el panel solo hubo funcionarios varones.

Fue Adan quien puso en duda los números del ministro de Modernización, Andrés Ibarra. “Estamos 60 a 40”, dijo él sobre la distribución de cargos en el Gobierno. Adan lo miró de reojo: “Ministro, los números no le dan”, reprochó, y le mostró la hoja que tenía en su mano. Entonces él aclaró que no hablaba del gabinete sino de la distribución de los 3.000 cargos en todo el Estado nacional. Destacó que muchas mujeres trabajan en la “agenda digital” y la inclusión y anticipó que cuando se concurse próximamente el 50% de los cargos la representación femenina crecerá.

Con jefa mujer, el ministro de Trabajo de Buenos Aires, Marcelo Villegas, apuntó a las leyes de cupo y las suscribió a “políticas transitorias” porque, propuso a futuro, “los cargos deben basarse en el mérito”. Sin embargo reconoció que por ahora “tenemos mucho atraso, tenemos que incentivar en empresas públicas, en la administración, en sindicatos, la participación de la mujer”.

Detrás de Villegas se proyectaron cifras oficiales: 117 millones de mujeres trabajan en América Latina, “es un Tsunami para el mercado laboral”, afirmó, mientras blanqueó la brecha salarial ($12.366 en promedio para ellas y $ 16.773 para ellos). Otras cifras que dio muestran que en la industria solo 19% son mujeres, en la construcción 6% y en cambio en educación 73,6%.

“Los que ponen o sacan gobernadores y presidentes son las mujeres”, atribuyó el ministro de Trabajo de María Eugenia Vidal antes de contar las medidas en marcha para la equidad de género en materia laboral, los planes para achicar la brecha a través de la educación y las cifras del trabajo infantil (se calcula que 800.000 niños trabajan en Buenos Aires).

Cerraron el panel Claudio Presman, del INADI, que pidió ayuda para el cambio cultural (30% de las denuncias que recibe el organismo por discriminación son en el ámbito laboral y contra las mujeres, sobre todo las embarazadas). “Estamos trabajando en norma de empresas libres de discriminación”, anunció.

Luego el ministro de Justicia, Germán Garavano, habló del acompañamiento a las víctimas de género, de la trata y el programa de rescate de víctimas y mencionó que “a pesar de su condición de vulnerabilidad las mujeres no llegan al 10% de delitos”.

“Todavía hay una deuda pendiente en los cargos más altos”, coincidió con algunos de sus predecesores, aunque él lo dijo taxativamente y elogió la labor de juezas y abogadas mujeres. “Nos alivia la perspectiva”, concluyó.

En las mesas los escucharon decenas de mujeres empresarias como Miriam Bago, de laboratorios Bago; Lila Juan de Flaneur Unique Objects; Eugenia Luka de Bodegas Finca Sophenia; Vanesa Simons de Chef Leon; la economista Beatriz Nofal; la ex directora ejecutiva de JP Morgan y actualmente asesora financiera, María Laura Tramezzani; Carolina Tobías Cordova de My Special Book; Mirta Maglietta gerenta de Ernest&Young;, Lili Sielecki y María Victoria Alcaraz, directora general del Teatro Colón. Todas del círculo rojo o, como se dijo en gran parte del evento, “mujeres emponderadas”.

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