En primer lugar me gustaría manifestar mi satisfacción por el tratamiento de este proyecto en el día de la fecha. Es muy importante poder dar solución concreta a esta endemia que existe en nuestra sociedad.
Ahora bien, me gustaría también hacer algunas observaciones, en el entendimiento que de ellas podemos avizorar un tratamiento mas acabado y que contribuya definitivamente a terminar contra todo tipo de violencia en la escuela.
Asi, entiendo que debemos dar una definción clara de lo que es la violencia escolar. Esto es: toda acción u omisión constitutiva de agresión u hostigamiento reiterado, metódico y sistemático, realizado fuera o dentro del establecimiento educativo por uno o varios estudiantes que, en forma individual o colectiva, atente en contra de la integridad física y/ o psicológica de otro/s estudiante/s, valiéndose para ello de una situación de superioridad o de indefensión del estudiante afectado, que provoque en este último abuso, maltrato, humillación o fundado temor a verse expuesto a un mal de carácter grave, de forma verbal, física, por medios tecnológicos o cualquier otro medio, tomando en cuenta su edad y condición, a través de la agresión física, intimidación, insultos, amenazas, hostigamiento, discriminación o segregación.
Por otro lado deberá crearse un protocolo de actuación en donde se deje claro el temperamento a seguir tanto por la comunidad de padres, para cada establecimiento escolar y los alumnos. La concientización y la capacitación deben ser partes integrantes de esta Ley, ya que la rápida detección de los problemas puede ahorrar cualquier mal y hasta vidas, en algunos casos.
Por último propongo la creación de una oficina en donde pueda tratarse específicamente la problemática, al igual que las recientes oficinas de violencia doméstica por ejemplo, y la creación de una línea gratuita directa para asistencia a la victima.
Con estos mínimos cambios en la Ley pienso que se puede superar posibles escollos en el abordaje a esta problemática.