La pandemia santafesina

El viernes 7 de febrero participé junto con gran parte de mi bloque de diputados y senadores, liderados por Miguel del Sel, de diferentes actividades en Rosario, relacionados con la droga, que en Santa Fe se convirtió en una verdadera Pandemia.

Sabemos que la droga se ha instalado entre nosotros; está en la escuela,  en los boliches y recitales, en las cárceles y hasta en los lugares de trabajo. Avanza sobre la inocencia y fragilidad de los niños y débiles. Pero en Santa Fe, ha invadido cada rincón y el gobierno brilla por su ausencia.

Fue conmovedor visitar al centro de rehabilitación de Zacarías…donde sin apoyo del gobierno local, en condiciones humildes, este pastor  se dedica día a día a recuperar a adictos…

Allí vivimos como la droga representa una violación directa a los derechos humanos de una persona: les quita libertad de decisión y de acción,  lleva a la esclavitud, frenan el desarrollo personal y somete a las familias a duras pruebas.

Al mediodía escuchamos a diferentes referentes políticos y actores locales: Horacio Tabares, de la ONG  Vínculos  alertó sobre la cultura del narco que se está instalando:  “Los chicos reciben algo del Narco, que la sociedad no le está dando y que es Identidad…les vende la ilusión de que son alguien”. Debemos desenmascarar el falso mito, que de la adicción se entra y se sale fácilmente.

Los santafesinos que necesitan tratamiento, se encuentran con un estado ausente. Los familiares, en especial las madres, como la heroína Norma Castaño, de Madres Solidarias, realiza peregrinaciones para recibir ayuda. Y proezas denunciando a narcos y corruptos. Como contrapartida, el gobierno local le quitó hace dos meses una ayuda mensual que recibía para su asociación.

No hay formación de recursos humanos especializados, para poder trabajar en rehabilitación. El gobierno socialista no ha elaborado ninguna estrategia preventiva.

Fue conmovedor el llamado de ayuda de los allí presentes: “Necesitamos predicadores de esta situación!”

El Sr. Bernardini, de otra Asociación ciudadana, denunció. “No hay derecho a consumir algo que está destrozando al país”. Perdemos ciudadanía!

Sin lugar a dudas  que los narcos se hayan anidado en Santa Fe, no es casual…no solo tiene que ver con las facilidades de entrada y salida por el puerto y aeropuerto, la red corrupta y de muertes tejida por el  narcotráfico que se expande en todos los niveles: políticos, justicia, policías, figuras mediáticas, sino que ha sido el resultado de la ideología relativista del socialismo, que permeó la sociedad y permitió el marketing de la droga. Con el apoyo al consumo recreativo…se le dio la bienvenida a los narcos en esa provincia.

No hay controles, por lo que es imposible brindar seguridad.

No hay tratamientos ni políticas de prevención,  por lo que reina el desamparo.

Lo que no se entiende, es porque el gobierno santafesino no utiliza las herramientas que incluso consiguió con el apoyo de la oposición: vetó casi todos la ley que crea la policía judicial.

Las tres áreas que se ocupan de adicciones en la provincia,  no han recibido  presupuesto.  ¿Será porque durante el gobierno socialista, la planta política creció un 730 %?  El puesto de Director de Adicciones está acéfalo hace tres años. No han logrado desarrollar un protocolo para tratamiento del adicto.

En Rosario me encontré con una ciudadanía con valentía que está encarando seriamente este problema. Falta gestión de un gobierno comprometido, para lograr revertir esta situación!