Cuando legisladores pedimos que se revean medidas del ejecutivo de nuestro gobierno… esto también es Cambiemos.

La eliminación y reducción de retenciones a todos los cultivos agropecuarios por parte del Gobierno nacional trajo algunas derivaciones no deseadas que podrían derivar en fuertes perjuicios económicos para diversos sectores.

Sucede que, si bien la medida era largamente esperada por el conjunto del sector, cuando se dispuso la baja de los derechos de exportación de cinco puntos para el complejo sojero, la harina de soja pasó a tributar un 27%.

En este sentido, según pudo averiguar La Política Online, hay algunas economías regionales cuyo principal componente para elaborar sus productos es, justamente, la harina de soja (que pagaba, antes de la medida, un 32% de retenciones).

La cuestión es que el marcrismo cometió un error técnico en la eliminación de retenciones: incluyó la posición arancelaria 2309.90.10.900P que permitió al sector de alimentos balanceados (integrados por harina de soja) no pagar derechos de exportación.

Por este motivo, el Gobierno nacional -por medio de un decreto publicado este miércoles en el Boletín Oficial- decidió subir de 0% a 20% el derecho de exportación para dicha posición arancelaria.

Como era de esperar, la decisión oficial despertó un alto grado de polémica entre las Pymes de alimentos balanceados -localizadas en mayor medida en las provincias de Entre Ríos y Santiago del Estero- que en los últimos dos meses no pagaron el impuesto.

LPO se comunicó con diversos empresarios del rubro, quienes explicaron que el negocio de alimentos balanceados se basa en agregar valor en origen a la producción y que precisan incentivos fiscales y reglas de juego claras para generar trabajo.

“Nosotros no somos una multinacional que exporta soja; somos una empresa familiar que estamos decididos a invertir y crecer siempre y cuando haya reglas claras”, comentó el propietario de una Pyme entrerriana que prefirió no revelar su nombre.

En tanto, hay casos emblemáticos: uno es la firma Entre Ríos Crushing con sede en Gualeguaychú que pertenece a un grupo de empresarios argentinos y uruguayos que decidieron invertir en 2008 y hoy emplean de manera directa a más de 100 personas.

Otro es el caso de la firma Viluco S.A. que explota campos productivos en el noroeste del país y que, desde 2010, cuenta con una planta de crushing de soja para producir alimentos balanceados en la localidad santiagueña de Gral Frías.

Como sea, las implicancias que tienen las retenciones sobre este sector ya están siendo estudiadas en varias dependencias nacionales por pedido expreso de los legisladores de Cambiemos Alfredo de Angeli, Pablo Torello y Cornelia Schmidt Liermann.

Se supo, inclusive, que en la cena del PRO que se realizó el miércoles en Olivos, los ministros Francisco Cabrera y Jorge Triaca se interiorizaron en el tema y prometieron revisar la medida para evitar impactos negativos en el nivel de producción y empleo.

En Agroindustria, en tanto, también están pendientes del tema dado que buena parte de los reclamos de las Pymes del interior del país llegaron a la Jefatura de Gabinete del Ministerio que encabeza el entrerriano Guillermo “Willy” Bernaudo.

 

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