Hace 80 años, el anciano presidente Paul Von Hindenburg, otorgó el poder a Adolf Hitler, quién fuera nombrado canciller el 30 de enero de 1933 y  quien juro respetar la Constitución de Weimar.

Juramento que el Führer tenia claro que no iba a cumplir, ya que la Constitución significaba sólo un escollo para la nueva  Alemania que había ideado y que se basaba en el totalitarismo. 
Gracias a un eficaz adoctrinamiento a la población, lucubrado por Joseph Goebbels se empezó a crear un relato de un Hitler todo poderoso que defendía a su pueblo alemán, contra “enemigos” como los judíos, gitanos y las religiones;  arrasando con todo aquel que tuviera opinión contraria.   

En 1934, por una de sus leyes  que integraron un paquete de legislación “democrática”  se unificaron los cargos de presidente de la República y de canciller, concentrando así Hitler  todo el poder: era el Führer de Alemania. 

Y como había dicho en un discurso pronunciado en octubre de 1932, desde el atril ( forma en la que se comunicaba con su pueblo) “si alguna vez logramos el poder, lo conservaremos, Dios mediante. No permitiremos que nadie nos lo arrebate”. 

¿Cualquier parecido con algunos gobernantes de nuestra era, será solo coincidencia?  

La canciller Angel Markel recalcó hoy,  al inaugurar en Berlín una exposición dedicada a los seis primeros meses de Hitler en el poder.“Los derechos humanos no se imponen por si mismos”, La libertad no es algo natural y la democracia no es evidente”,

La defensa de los dchos humanos solo se puede hacer a través de individuos comprometidos . En materia de dchos humanos, no puede haber grises..o se defienden los dchos de todos o se violan los dchos de la humanidad.  

En la actualidad, la resistencia alemana al hitlerismo, es considerada el gérmen de la actual democracia ya que logró demostrar que la ciudadanía puede enfrentarse a situaciones adversas defendiendo principios y dchso humanos.

Heirnich Scholl, integrante de dicha resistencia, antes del frustado atentado del 20 de julio  1944 pronunciaba: ,

No hay que decir que algo tiene que hacerse“, sino “yo tengo que hacer algo“