La de ayer fue la segunda jornada contra la violencia en el fútbol que organiza la diputada Cornelia Schmidt. Y así como en la primera edición trajo c al secretario de seguridad deportiva de Brasil, en esta ocasión vino Christoph Wesemann, periodista alemán especialista en la materia. Y su diagnóstico fue terminante: “En Alemania, en los 80, teníamos un problema grave de violencia en los estadios. Había pandillas de extrema derecha que sólo iban a la cancha a pelear. Cuando en el Mundial 98 dejaron en coma a un policía francés, todo el país se dio cuenta de que había que sacarlos de los estadios. Y se logró fácil, porque todos se pusieron de acuerdo. Pero ellos no manejaban reventa de entradas, estacionamientos, merchandising ni tenían negocios con la dirigencia deportiva, política y policial.

Y esto último es clave: si la política y la policía es parte del negocio, entonces cambiarlo es muy difícil”.