Richard Blanco fue invitado por varios diputados de la oposición para alertar sobre la situación política, económica y social que se vive en venezuela.

El diputado venezolano Richard Blanco, perteneciente a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) visitó el anexo de Diputados para dar una conferencia sobre la experiencia vivida siendo funcionario público en su país. Habló sobre la situación política, económica y social de Venezuela y llamó a la solidaridad al pueblo argentino para con el suyo, así como también alertó de las posibles consecuencias de seguir con las políticas del actual Gobierno de Argentina.

El encuentro fue concertado por las diputadas porteñas Patricia Bullrich y Cornelia Schmidt Liermann para presentar un pedido de informes y una declaración de repudio a la situación de los derechos humanos en el país petrolero.

También estuvieron presentes los diputados Pablo Tonelli, Jorge Chemes, Silvina Guidici y Paula Bertol, mientras que Carlos Brown, Eduardo Amadeo y Juan Tunessi no pudieron asistir pero mandaron su adhesión a los escritos enviados al Congreso.

Bullrich sostuvo que “es alarmante que existan este tipo de mecanismos en la región, donde se persigue a quienes piensan diferente hasta el punto de privarles la libertad. Son Gobiernos a los que no les importa nada ni nadie”. Asimismo, la diputada recordó cuando un equipo periodístico argentino fue demorado en el aeropuerto en Caracas y agregó que “en esa oportunidad llamé a nuestro embajador, pero éste en lugar de cumplir con su tarea diplomática, respondió a órdenes políticas”.

Por su parte, Schmidt-Liermann señaló que “como diputados nacionales de Argentina, expresamos nuestro más enérgico repudio y preocupación por la sistemática violación de los derechos humanos que vienen cometiéndose en Venezuela contra quienes se oponen a las políticas del Gobierno Nacional”, mientras que Gíudici añadió que “la libertad de expresión en Venezuela es inexistente. Es importante exponer esta situación en nuestro país así los tomamos como ejemplo porque no podemos permitir que se pierdan las garantías constitucionales”.

Richard Blanco denunció que, al actual presidente Nicolás Maduro, “no lo reconocemos como legítimo y tenemos pruebas suficientes de que el ganador (de las elecciones presidenciales) fue Capriles”, y que la oposición venezolana “ha venido manifestando nacional e internacionalmente la ilegitimidad de esa elección”.

El diputado venezolano pidió solidaridad del pueblo argentino y reveló que tienen “treinta presos políticos –tal y como él mismo lo fue– y centenares de perseguidos políticos por el Gobierno, que administra a todos los poderes del Estado desde Miraflores, no se les respeta su autonomía”.

“A los funcionarios que no se alinean se los separa de sus funciones y/o se les limita el presupuesto. Hay un caso en que a un funcionario le retuvieron el 95% del presupuesto con el que contaba”, detalló Blanco y describió que “durante las sesiones se nos limita a hablar por tres minutos. Nos dijeron que si nosotros no reconocemos a Nicolás (Maduro), ellos (los chavistas) no nos van a reconocer a nosotros, por lo que nos redujeron las facultades y nos sacaron el sueldo”.

Además mencionó la cuestión económica, y aseguró que ingresaron a Venezuela más de mil millones de dólares por renta petrolera “que no se ven en ningún lado”, y que “el cordón de miseria que vivimos es gigantesco a pesar de ser la segunda reserva de petróleo del mundo”, por lo que “la situación económica y financiera va a implosionar en cualquier momento”, y advirtió que “hay que tener cuidado con los gobiernos como los de Argentina o Venezuela porque van hacia la involución”.

De la misma forma contó que los medios de comunicación de su país fueron comprados por el Gobierno o cerrados, o sus comunicadores renunciaron producto de las presiones, y que “hoy en día pasan cadenas con los cantos de sirenas o los pajaritos que el señor Maduro dice ver”.

Teniendo en cuenta su experiencia en la cárcel, no evitó comparar la realidad del servicio penitenciario de Venezuela con la fuga de 13 presos del penal de Ezeiza, y afirmó que “si uno no sabe administrar una cárcel, mucho menos sabe administrar los recursos de un país”.

El diputado de la oposición al régimen chavista en Venezuela fue prefecto de Caracas y, durante una manifestación popular el 22 de agosto del 2009, salvó a un joven infiltrado en la marcha por el Gobierno de Chávez para realizar tareas de inteligencia, que había sido descubierto por los manifestantes, quienes lo atacaron brutalmente.

Por el cargo que ocupaba como autoridad en la ciudad capital, Blanco declaró que lo rescató personalmente y lo entregó a sus superiores, pero “a los cinco días me detuvieron y me acusaron de dos delitos: agresión al joven e instigación al delito por no querer responderle a una periodista local”.

“Me llevaron a una cárcel de máxima seguridad en donde estuve un año preso injustamente, sin derecho a defenderme”, narró Richard Blanco sobre su experiencia y agregó que, una vez libre, fue “víctima de un ataque con armas de fuego por la persecución política que hay, porque nos reprimen por pedir libertad”.

 

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