Un Papa “políticamente incorrecto”, con profundo espíritu fraterno, nos marcó la cancha a los políticos:

“Piensan por el pueblo, pero no dejan pensar al pueblo. Hacen por el pueblo, pero no con el pueblo. El trabajo es un derecho y dignifica a las personas. Los pobres tienen mucho que enseñarnos en humanidad, en bondad, en sacrificio.”

Debemos ahora llevarlo a la práctica. Todos juntos!.