Nuestro dos últimos Jefes de Gabinete de la Nación consideran las muertes de los niños Qom como “casos aislados”. Tanto Jorge Capitanich en enero como ahora Aníbal Fernandez minimizaron las muertes de los niños, Néstor y Oscar, con la misma excusa. Los Jefes de Gabinete están “aislados” de los problemas y de la gente.

Es necesario transmitir cercanía y ternura. Solo desde ahí se puede educar y ayudar. La inseguridad alimentaria y el hambre en Argentina están estrechamente asociados a la pobreza extrema, pero no se confunden con ella. No podemos hacer la vista gorda antes situaciones tan extremas de hambre y de falta de higiene. La deficiente asistencia médica en algunos lugares de nuestro territorio es alarmante. Son vergonzantes algunas declaraciones de funcionarios que dicen que la desnutrición es un problema cultural. Si no hay agua potable, o no se puede entrar a asistir a un niño, no hay excusa que valga.

Venimos recorriendo diferentes provincias y hemos notado el avance preocupante de la desnutrición, especialmente en el norte del país. Por eso estamos trabajando en red: junto a otros dirigentes, con productores rurales, ONGs y empresas comprometidas socialmente en todo el territorio nacional. Intentamos, ante la ausencia de estadísticas oficiales, revertir el ocultamiento de tantos casos de desnutrición, continuar relevando, investigando y dando a conocer la verdadera situación de inseguridad alimentaria en el país.

Tenemos que seguir alertando sobre situaciones críticas. Es indispensable que los agentes sanitarios, que son aquellos que recorren e identifican a primera vista la situación de asistencia, puedan capacitarse de forma adecuada. Tienen que estar dotados de material de trabajo idóneo (ropa, zapatos, mochilas con medicamentos de primeros auxilios, y demás herramental) para poder hacer evaluación y seguimiento de sus pacientes.

En una segunda etapa, debemos coordinar esfuerzos y generar un espacio para que se puedan sumar empresarios, profesionales, voluntarios y dirigentes de todos los sectores. Hay que terminar con la caridad crónica. La solución son políticas de estado a largo plazo aunque con efectos en lo inmediato.

Una solución estratégica es fomentar la agricultura familiar. Los sistemas alimentarios sostenibles que encuentran coherencia entre las políticas sectoriales, englobando energía, uso del suelo, agua y clima. ¿Sabías que entre el 2003 y 2010 el programa Hambre Cero de Brasil ayudó a sacar a 28 millones de personas de la pobreza?

Seria esperanzador que el próximo presidente tome el tema de Pobreza 0 como una política de Estado… Y que desde los diferentes partidos asumamos el compromiso de hacerlo cumplir.