Recuperemos el anhelo de los héroes de la Revolución de Mayo: unir la sociedad por el bien común.

Monteagudo, patriota olvidado, escribió en La Gaceta de 1912: “Dejen ya de predicar máximas y prediquemos con ejemplos: formemos un solo corazón por la unión de sentimientos, entonces veremos a los tiranos llorar como niños…”

Ojalá perdure esta cercanía y sirva para trabajar en lo que nos une, por el bien de todos los ciudadanos.