Participé en la exposición del ministro de Finanzas, Luis Caputo, ante la Comisión Bicameral Permanente de Seguimiento y Control de la Gestión de Contratación y de Pago de la Deuda Exterior, donde dio un informe ejemplar acerca de la política económica llevada adelante por el Gobierno.

Lo que ocurrió luego fue una kirchnereada: tuvimos un ministro que vino desde temprano y respondió cada una de las preguntas que le hicieron. De las contestaciones de Caputo, surgió que la oposición ni se tomó el trabajo de chequear información, cumplían el rol de denunciadores seriales.

Cuando el propio kirchnerismo se quedó sin preguntas, pasó lo que hacen siempre: espectáculo barato para romper una forma institucional establecida en el Congreso.