Se duplicaron las denuncias por “noviazgos violentos” en la Capital Federal
La cantidad de casos de mujeres víctimas de violencia ejercida por sus
novios se duplicó durante 2012 con respecto al año anterior en la
ciudad de Buenos Aires, de acuerdo con un informe emitido por el
Ministerio de Desarrollo porteño.
La estadísticas marcaron la necesidad de una campaña de
concientización que inició la cartera porteña en ocasión del “Día de
los Enamorados”, en torno a la detección y prevención de noviazgos
violentos.
En la campaña, denominada “Si hay amor no hay violencia”, entre otros
aspectos se pone en conocimiento sobre la línea gratuita de consultas
para casos de violencia de género: 0800-666- 8537.
La línea, que funciona las 24 horas todos los días del año y brinda
asistencia especializada, orientación y derivación tanto a las mujeres
víctimas de violencia de género, como a los niños y niñas víctimas de
maltrato y abuso infantil, recibió unas mil llamadas mensuales con
respecto a denuncias de violencia de noviazgos durante 2012.
En las relaciones de características violentas, el comienzo está
marcado por la violencia emocional o psicológica que, “es poco visible
pero va socavando progresivamente las posibilidades de la joven de
elegir libremente” por lo que pierde autonomía y genera una marcada
dependencia, transformándose en “objeto de manipulación”, reseñó.
Según el informe,e entre otras señales de alerta en cuanto a una
relación de sometimiento se encuentran “actitudes y acciones que
construyen señales e indicadores” como “los celos, la humillación y el
sometimiento al silencio”.
Otros puntosa tener en cuenta son “que se controle el modo de vestir,
a dónde va, exigirle a la novia tener el celular siempre prendido y
que responda sin demora y continuamente, que le revise los mails,
llamadas, chats; que impida contacto social con amigas u otros
hombres”.
En general, esos comportamientos son identificados con sentimientos
como “el amor, el cuidado y la protección”. “Los noviazgos violentos
elevan en las adolescentes el riesgo de embarazo, de suicidio, de uso
de sustancias ilegales, de desórdenes alimenticios y de conductas
sexuales riesgosas.
Los efectos más comunes sobre la salud mental son el estrés
postraumático, depresión, trastornos del sueño, ataques de pánico y
fobias”, según se advirtió.