Tras la muerte por fractura de cráneo de Daniel, joven qom de 16 años, es imperioso analizar que se esconde tras las agresiones sistemáticas que sufre la comunidad indígena La Primavera, en la provincia de Formosa.
Si bien desde la gobernación han denominado el hecho como “accidental”, según el padre de la víctima, la muerte fue una clara consecuencia de una “golpiza” y vinculó el caso con la lucha que lleva adelante por el reclamo de tierras.
Por su parte, la Comunidad La Primavera expresó en un comunicado: “Ya no sabemos cómo cuidar a nuestra gente. Exigimos justicia y paz”.
En reiteradas oportunidades desde el año 2010, año en el que fueron brutalmente reprimidos por orden del gobernador y su ministro de gobierno para acallar sus reclamos, sus miembros han sufrido ataques y agresiones.
Frente a todos los acontecimientos que se han sucedido ya no se puede hablar de casualidad, sino sin lugar a dudas se trata de una causalidad. Le pido a las autoridades de Formosa que den explicaciones sobre las medidas que están implementando para frenar estos ataques y proteger a la comunidad.
Es imprescindible que estas comunidades, raíces de nuestra patria, sepan que no están solos y que los estamos acompañando.