Así como mi familia vino escapando de la Segunda Guerra Mundial, esperanzados con un “empezar de nuevo” a través del trabajo y el esfuerzo, hoy siento que los argentinos tenemos una oportunidad y responsabilidad histórica de confiar en nosotros; para arremangarnos y salir adelante.
Buscando unión y fraternidad para integrar al vulnerable, motivar al laborioso, reconocer al estudioso y sensibilizar al exitoso.
¡Que viva la patria mía, nuestra… de todos!