Hoy es un día para recordarlo y por eso quiero hacer referencia a sus palabras que se mantienen vigentes:

“(…) espero una buena muerte corporal, pues la que me vendrá en política es la que yo esperé y no deseé mejor que dejar por herencia millones en mejores condiciones intelectuales, tranquilizado nuestro país, aseguradas las instituciones y surcado de vías férreas el territorio, como cubierto de vapores los ríos, para que todos participen del festín de la vida, del que yo gocé sólo a hurtadillas (…)”.

En honor a todos los maestros, me alegra que justamente hoy, quizás se apruebe en el Congreso la ley sobre violencia escolar, que incorpora la capacitación en esta tema a los docentes.
Cada día los maestros se enfrentan a nuevos desafíos. Por eso tenemos que darles herramientas, respetarlos y acompañarlos en su tarea.

¡FELIZ DÍA!