Estuve en las puertas del Senado de la Nación levantando la voz por los que no tienen voz.

A todos les digo: ¡la vida es el camino! Si nos decidimos por la vida, no nos equivocamos.

¡La omisión y la complacencia de muchos, genera que se imponga la visión errada de imponer derechos que no existen! Lo dije antes y lo reafirmo: ¡cuando se trata de luchar por el derecho a la vida, la gente no tiene por qué quedarse callada!

Todos por las dos vidas. Todos juntos le decimos ¡no al aborto, sí a la vida!