¿Sabían que en la Ciudad de Buenos Aires aumentó el empleo de personas con discapacidad de 0,3 a 4,36 durante la última gestión? Pero como dijo Matías Alonso de Copidisgcba: el 5% que exige la ley debe ser nuestro piso, no el techo. Hay todavía mucho para hacer por este sector de la población.

Ayer participé de un panel de lujo, donde todos aprendimos los unos de los otros. El testimonio de Christian Fritz, el amplio conocimiento del Dr. James Vertiz Medina (profesor de Universidad La Plata) y la experiencia de Juan Gomez Borruat (Representante de la Unidad para Personas con Discapacidad y Grupos Vulnerables del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social) me transformaron por completo.

El conocimiento nos hace responsables. Quedó claro que la discapacidad también puede ser social, y que el cambio solo es posible a través de la acción.

Parafraseando a Mercedes de La Usina, los legisladores debemos ser rampas y no escaleras. Nuestra tarea es la de facilitar la integración de personas con discapacidad. ¡Que así sea!.