Una de las ciudades más alegres y queridas del mundo es Munich, que entró en estado de alarma.

Los vecinos y turistas están desconcertados y dolidos. Todos debemos ser prudentes y también fraternos. Mi solidaridad para con los familiares de las víctimas y los heridos de Munich.

Me da mucha pena que el país que más solidaridad y apertura ha demostrado tenga que pasar por estas situaciones.

Pero en un mundo en crisis la unión hace la fuerza, y estamos construyendo legado de humanidad.