Participé de un panel referido a la transferencia de la justicia ordinaria a la Ciudad de Buenos Aires en una Jornada organizada por la Universidad del Salvador y el Colegio de Magistrados.

Estamos ante un momento oportuno para recibir la integridad de las competencias siempre y cuando sea de forma gradual y con las partidas correspondientes.

Se necesitan decisiones definitivas para terminar con la incertidumbre que significa para el ciudadano no saber bien a donde litigar o de quien es la competencia.

Mantener paralelamente dos infraestructura judiciales con competencias recortadas pero con personal a disposición, no sólo no cierra económicamente sino que no ayuden a afianzar la justicia sino que por el contrario, la diluyen.