Durante los últimos meses, los argentinos hemos estado hablando de “los precios cuidados”. Le propongo al Gobierno, a la oposición, a la Justicia y al Congreso hablar y trabajar por “vidas cuidadas”. Donde los trenes funcionen bien para así evitar nuevas tragedias. Las de Once y Castelar pudieron ser evitadas. “Vidas cuidadas”, donde se tomen medidas concretas y efectivas contra el flagelo de la droga que está destruyendo a los jóvenes y a la sociedad. “Vidas cuidadas”, donde podamos salir a trabajar, a estudiar, a pasear, sabiendo que volveremos sanos y salvos. La inseguridad nos está matando. “Vidas cuidadas”, donde nuestros mayores tengan una jubilación justa y un Estado que se ocupe de ellos. “Vidas cuidadas”, donde todos los niños puedan llegar a completar su escolaridad. “Vidas cuidadas”, donde podamos expresarnos libremente sin temer a las represalias. “Vidas cuidadas”, donde prevalezca la cultura del trabajo.
Y esto es posible con una política interpartidaria, donde todos aporten lo mejor para poder vivir mejor.